Fernando e Isabel no tuvieron una capital, su corte era itinerante y se movían por sus reinos continuamente, en función de la conveniencia política.
En Cataluña estuvieron los Reyes Católicos menos que en Castilla, pero su presencia fue repetida y algunas de sus visitas fueron largas.
Permaneció Fernando dos meses en Barcelona en 1479. Después volvió con Isabel, estableciéndose casi cinco meses en 1480, también en Barcelona, y de nuevo casi otros seis meses en 1481.
La guerra de Granada no les permitiría volver hasta la finalización de la conquista. 1492 fue el año en el que los Reyes Católicos permanecieron más tiempo en Cataluña de todo su reinado. De Granada habían partido para Zaragoza, donde llegaron el 18 de agosto. En esta ciudad permanecieron hasta el 5 de octubre. De Zaragoza marcharon a Barcelona donde estuvieron del 18 de octubre de 1492 al 6 de septiembre de 1493, es decir, once meses, fecha en la que se desplazaron a Perpiñán. Allí estuvieron cerca de un mes, hasta el 6 de octubre, en que volvieron a Barcelona, llegando el 9 de octubre. En la ciudad condal permanecieron unas semanas hasta que en el mes de noviembre de 1493 partirían para Zaragoza y de allí hacia Castilla.
Volverían a Cataluña, concretamente a Tortosa, en enero de 1496 y luego en el mismo año fueron a Gerona, en agosto, desde Almazán.
A Barcelona ya no volvería Fernando hasta mayo de 1503. Estuvo en Barcelona de mayo a octubre de ese año para pasar el mes de octubre en Gerona y Perpiñán, desde donde volvió a Barcelona en noviembre. Volvió a Castilla en diciembre.
La Reina Isabel moriría en 1504. Fernando no visitaría Cataluña hasta 1506, en agosto, para pasar inmediatamente a Nápoles. No regresaría.